Miró alterna sus estancias parisinas, donde sobrevive a veces con gran estrechez económica, con períodos en Mont-roig y Mallorca. Las privaciones y la guerra civil española se traducen en una pintura atormentada y gestual cuya expresión más aguda es El segador, pintada para el pabellón de la República Española en la Exposición Universal de París de 1937 donde se exhibió junto al Guernica de Picasso-, hoy perdida.
Pero será en 1940, en el pueblecito normando de Varengeville, donde Miró se había instalado huyendo de la guerra, cuando su carrera dé un giro definitivo con veintitrés pequeñas pinturas sobre papel mojado y arrugado genéricamente tituladas Constelaciones. Estas pequeñas composiciones, inspiradas por la contemplación del cielo estrellado de la costa normanda, no son sino tramas de pequeños pictogramas que cubren por igual toda la superficie pintada, convertida así en un espacio topológico prolongado más allá del formato. Miró no sólo depura su peculiar simbología pictórica, sino que descubre y conquista un nuevo concepto del espacio que anticipa buena parte de la pintura no figurativa posterior a 1945.
Pero será en 1940, en el pueblecito normando de Varengeville, donde Miró se había instalado huyendo de la guerra, cuando su carrera dé un giro definitivo con veintitrés pequeñas pinturas sobre papel mojado y arrugado genéricamente tituladas Constelaciones. Estas pequeñas composiciones, inspiradas por la contemplación del cielo estrellado de la costa normanda, no son sino tramas de pequeños pictogramas que cubren por igual toda la superficie pintada, convertida así en un espacio topológico prolongado más allá del formato. Miró no sólo depura su peculiar simbología pictórica, sino que descubre y conquista un nuevo concepto del espacio que anticipa buena parte de la pintura no figurativa posterior a 1945.
En 1941 Miró vuelve a España, y una gran retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York supone su definitiva consagración internacional, que le llega en el momento en que su carrera alcanza la madurez artística. Desde entonces Miró prosigue ahondando y depurando su peculiar lenguaje y adentrálidose cada vez con mayor seguridad en nuevos soportes y técnicas. Acentúa su dedicación a la escultura y, desde los años cincuenta, inicia una colaboración Constante Con Josep Llorens y Artigas en el campo de la cerámica. Los encargos americanos hacen posible su salto a los grandes formatos y desembocan en los murales cerámicos que ocuparán gran parte de su tiempo desde los dos realizados en 1957 para la UNESCO en París. Por estos mismos años comienza a hacer diseñospara tapices y textiles, siempre en armónica colaboración con destacados artesanoS del sector, conquistando así nuevos dominios para su lenguaje.
OPINION PERSONAL : El cuadro porece como El Guernica tiene pocos colores y parece que esta hecho a lapiz. El cuadro no tiene mucho sentido por son figuras al boleo. Esta pintado sin dificultad a pinceladas corta pero a veces a pincelada larga por ejemplo para pintar la cara de los personaje
INFORMACION SACADA DE D.G. Paola Fraticola
Un poco soso el comentario personal (intenta ver más allá). Aún así, entrada correcta.
ResponderEliminarActividad TEMA 6: APTA
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